Anna Torrents
Licenciada en Filosofía y Periodismo, empecé como editora de vídeo en Bloomberg TV en Londres, donde descubrí que Popeye se pronuncia “pop-ai” porque su nombre significa “ojo saltón”. Mis artículos para Condé Nast Traveler y Lonely Planet me llevaron hasta la distópica Naipyidó y a la surrealista Nicosia, y mi interés por las fronteras se transformó en un documental sobre jóvenes desplazados de Abjasia, Osetia del Sur y Nagorno Karabaj. He sido jefa de redacción de los suplementos QuèFem? y Viajar de La Vanguardia durante diez años, lugar dónde aprendí que la gastronomía es mucho más que platos y recetas; que también puede ser cultura y cambio social. Actualmente, trabajo en el Plan de Sostenibilidad de Planeta Formación y Universidades, intento escribir una novela de ficción y no me pierdo ni una oportunidad de descubrir nuevos lugares y sabores.